martes, 12 de febrero de 2008

Fantasma en Illinois

Hace algunos años y por razones de trabajo mi cuñado se fué a vivir a Illinois junto con mi hermana, la cual estaba embarazada de su primer hijo.

Mi mamá y yo fuimos a visitarlos y yo noté que en el sótano se sentía la presencia de un espíritu no muy agradable y se lo conté a mi mamá, la cual me dijo que ella no sentía nada, pero que como mi hermana estaba embarazada que era mejor no comentarle nada para que del susto no fuera a perder al bebé.

Al día siguiente estábamos las tres en la cocina y no sé por qué razón mi mamá le comentó a mi hermana que yo sentía un fantasma en el sótano, lo cual me sorprendió después de la conversación que habíamos tenido el día anterior. Mi hermana me preguntó si era cierto lo que decía mi mamá y yo le respondí que no, que era una broma. En éso mi hermana me llevó a otro cuarto y me dijo que le dijera la verdad que porque a ellos les habían pasado cosas raras en el sótano, asi que le confirmé que si, que había un fantasma en el sótano; entonces ella comenzó a platicarme que en el sótano era el único lugar donde siempre peleaban, que a veces estaban sentados frente a la computadora y sentian como si alguien estuviera detrás, sin embargo volteaban y no veían nada, también me platicó de una vez en la que su esposo estaba arreglando algo en el techo del sótano, que él quitó todo cuidadosamente para poder trabajar ahi y que de repente apareció un como gancho y le abrió el labio.

Ya como a las 6 de la tarde bajamos al sótano, yo llevaba un péndulo para ver si el fantasma nos decía algo, no recuerdo las respuestas porque no teníamos mucho tiempo ahi cuando llegó mi otra hermana y traía a su perro un Golden Retriever, nos preguntó que qué hacíamos ahi y le platicamos del fantasma, ella se quedó de ojo cuadrado puesto que jamás había escuchado nada sobre espíritus o fantasmas.

En una de las esquinas del sótano era donde más fuerte se sentía la presencia del espíritu y al ver que el perro traía una pelota y estaba feliz buscando la pelota cada vez que se la aventaban aproveché en aventarla hacia ésa esquina a ver qué pasaba. Para sorpresa de todos el perro iba hacia la esquina y como dos metros antes de llegar se frenaba y se iba corriendo a las escaleras para salirse del sótano. Varias veces tratamos de engañarlo para que fuera a ésa esquina, pero nunca lo logramos.

Unos días después fuimos a buscar a un padre para que bendijera la casa y nos enteramos que la casa pertenecía a un pastor, por lo que se le hacía muy raro al padre de que hubiera algún fantasma ahi, pero aún así vino a bendecir la casa, pero el fantasma no se fué hasta que ya de regreso en México fui con un parapsicólogo y le conté lo que pasaba en casa de mi hermana, no sé qué haya hecho él, pero el fantasma desapareció.

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